-Buenas tardes profesor.
-Buenas tardes alumno, usted debe ser el recién llegado.
-Así es, soy el nuevo.
El alumno intentó sonreir para distender un poco el ambiente, pero no dio resultado.
-Bien, espero que pueda ser tan atento y productivo como su predecesor.
-También lo espero, señor.
-Muy bien, empecemos.
El profesor hizo un gesto con la mano y una enorme esfera apareció a sus pies, la cual poco a poco fue tomando forma, apareciendo relieves, montañas, nubes y mares. Una delgada capa de gigantes espirales blancos salpicaban la esfera verde y azulada como un mármol, que aparecía y se desvanecía mientras giraba en un simulado escenario de luces proyectadas.
-La clase de hoy es acerca de los estudios que he estado haciendo en un planeta descubierto hace poco, y que ha desarrollado toda una plétora de seres vivientes.
Un nuevo gesto, esta vez con las dos manos, amplió la esfera-planeta hasta un punto en que la atmósfera misma les llegó a la cintura. Casi se podía sentir la viscosidad de la capa gaseosa que cubría el planeta. El ambiente de simulación estaba encargado de replicar al máximo todos los detalles conocidos del objeto en estudio. El alumno recordó otros lugares que había estudiado y se sorprendió de la forma en que la vida parecía extenderse por ambientes inhóspitos, a veces en lugares supercálidos, otros superfríos, al vacío o incluso confinados a la superficie de un único cuerpo celeste, en un medio así de delgado y frágil, con una sensación de que cualquier cosa podía romper ese precario equilibrio.
-A pesar de estar sumergidos en este gas lleno de componentes tóxicos -el profesor se desplazó y movió los brazos como si de una piscina se tratara- estas criaturas han podido desarrollarse de forma bastante exitosa. Veamos.
Ambos se agacharon sumergiendo sus cabezas en el simulado gas atmosférico, para observar cómo en el fondo de ese océano de gases, miles de criaturas iban y venían. Las había de todos colores, tamaños y cantidad de extremidades.
-Algunas de las criaturas de este planeta se han desarrollado sorprendentemente bien -dijo el profesor- y la característica más sorprendente que tienen, es que se han desarrollado haciendo uso de la violencia como método de asegurar la supervivencia como indivuo y como especie.
-Cómo es eso, profesor? -preguntó el alumno- He estudiado especies violentas, no son tan raras.
-Lo que has conocido, mi querido aprendiz, no se compara a este tipo de violencia. Observa.
El profesor invocó uno más de sus gestos y el planeta entero giró en torno a sus cuerpos, situándose en un sector árido y seco. Algunas de las criaturas se movían en grupos mientras otras parecían deambular sin prestar atención a otra criatura de aspecto distinto, y que parecía ocultarse para no ser vista. Al cabo de algunos segundos, este extraño ser se asomó y se lanzó sobre una de las desatentas criaturas, que a pesar de ser de mayor tamaño, no pudo librarse del agarre de su atacante. El resto se alejaron rápidamente mientras que, de la nada, aparecieron más de esas extrañas formas, se juntaron alrededor de la figura caída y parecían hacerle algo a su cuerpo.
-Qué hacen, profesor? que es esto que acabamos de ver? -preguntó el alumno-
-Estas criaturas se mantienen vivas gracias a que incorporan material de otro ser vivo a sus cuerpos.
Juntos vieron cómo al cabo de unos minutos, de la criatura caída quedaban sólo algunos restos inmóviles. Algunos de los atacantes llevaban consigo partes del cuerpo del animal, mientras otros continuaban desgarrando los restos.
-En el fondo -dijo el profesor- se comen entre ellos como forma de supervivencia.
-Repugnante! -exclamó el aprendiz, con expresión de desagrado- Vaya, he estudiado casos inconclusos de especies que pudieran haberse desarrollado de esta forma, incluso se dice que nosotros mismos nos desarrollamos así, no es verdad?
-Así es, has hecho bien al estudiar nuestra historia. Pues es verdad, una de las teorías respecto a nuestro desarrollo dice que como especie, pudiéramos habernos desarrollado de esa forma. Es decir, con violencia y alimentando nuestros cuerpos con partes del cuerpo de otros seres vivos. Pero si prestas atención, la historia lejana también postula que somos producto de la creación de un ser más avanzado, y que nuestra existencia no es más que producto de un ser superior actuando sobre nuestra historia, muchas veces, interviniendo o incluso guiando nuestro desarrollo. Aún hay quienes defienden esa teoría, aunque desgraciadamente, las fuentes de información en que se basan corresponde a documentos muy arcaicos, de los cuales no se tiene ninguna confirmación. A estas alturas, ya no queda terreno donde buscar evidencia de aquellos relatos, por lo tanto, es una calle sin salida.
-Pero... no es eso mismo lo que nosotros hemos venido haciendo al intervenir en otros mundos? -preguntó el alumno- Es decir, basta con que una de nuestras incursiones deje caer un instrumento contaminado para que dentro de algunos millones de años, una nueva forma de vida se desarrolle a partir de nuestro propio descuido. Sería irresponsable no facilitar su desarrollo, y nos hemos tenido que hacer responsables cada vez que eso ocurre.
-Si, es verdad, se podría decir que tenemos hijos bastardos repartidos por toda la galaxia, tal vez a semejanza de ese creador irresponsable de los relatos antiguos. Aunque no dan tanto que hacer, muchos de ellos terminan por extinguirse a sí mismos y no nos dan más trabajo. Recuerdo un caso -relató el profesor- en que luego de apoyar el desarrollo de las criaturas, darles algunas instrucciones y dejarlas solas por un tiempo, se encontró que se esclavizaban unas a otras. Te resultará familiar porque también se dice lo mismo de nuestro pasado. Sucede que en ese mundo apareció una casta dominante que a fuerza de castigos, o por medio de limitar el acceso a recursos, forzaban a los débiles a producir objetos, herramientas, construir lugares de habitación e incluso desarrollar estudios, todo en favor de los dominantes. Se hizo intentos de comunicación con ellos para enmendar el abandono en su crecimiento, pero habían desarrollado una mentalidad tan compleja que fue imposible entregar un mensaje sin que fuera deformado rápidamente y se perdiera. La mentalidad de esos seres estaba tan absolutamente centrada en la recolección y uso de los recursos naturales del planeta, que no fue posible prevenir el desastre que provocaron.
-Sobrevivió alguno?
-Si, a todos quienes logramos entablar contacto, y que fue capaz de entendernos. Pudimos trasladarlos a un lugar donde pudieran encontrar la forma de desarrollarse indefinidamente sin generar estructuras de dominación. Revisamos y evaluamos su comportamiento personal, y dependiendo de su mérito, los llevamos a un lugar especialmente preparado donde nada les pudiera faltar. Al fin y al cabo era lo que les veníamos prometiendo desde sus primeros días. Les fue difícil pero eventualente, se podría decir que salvamos la especie, junto con una cantidad de especímenes de otras especies de ese mismo planeta. No se salvó a ninguno de los dominantes, ni quienes abusaban de otros. Nos dimos cuenta que el comportamiento predatorio que traía esta especie no permitía verdadero desarrollo, sólo generaba riquezas de las que sólo el predador se beneficiaba. No quisimos que se repitiera el patrón en la nueva colonia, y hasta hoy ha sido un caso exitoso.
-Pero eso parece un criterio arbitrario y sesgado, no se está respetando la naturaleza de esas criaturas, por desventajosa que resulte para un subgrupo de los especímenes
-Estás en lo cierto, pero era eso, o traer una proporción representativa de especímenes, y repetir la historia junto con su inevitable colapso. Descubrimos que los individuos con comportamiento de dominación no eran positivos para el apropiado desarrollo, o bien, para lo que conocemos como desarrollo de una especie. Y al final, quienes quedaron en el planeta original, siguen viviendo en esquema de dominación, sin desarrollo reconocible. La última vez que analizamos la superficie planetaria, estaba totalmente quemada y llena de contaminantes, un caso totalmente perdido.
En la superficie del planeta virtual proyectado, las criaturas se habían dispersado y ya sólo quedaban mínimos restos del especímen muerto.
-Piensa que en este caso el desenlace vaya a ser parecido? Digo, si los dejamos desarrollarse y evolucionar? -preguntó el alumno-
-Está por verse, falta mucho análisis y obervación antes de llegar a una conclusión, ya sea si merece la pena intervenir o sólo dejar que se coman unos a otros. Bien, es todo por hoy, haz pasar al siguiente aprendiz, por favor.
El alumno salió del aula permitiendo la pasada a un nuevo estudiante, la sala cambió de color, y un gesto del profesor hizo alejar la proyección simulada del planeta hasta un nivel en que se podía observar toda la esfera celeste girando suspendida en el aire.
-Buenas tares, profesor.
-Buenas tardes alumno, la clase de hoy continúa donde la dejamos la última vez, y es acerca de nuestros planes de expansión y de cómo se va a extraer los recursos minerales que necesitamos de este planeta.
-Se ve interesante. Hay vida en él?
-Si, la hay. Encontramos en él una forma muy particular de preservar la vida.
-Interesante, los habitantes serán movidos a otros planetas?
-Por ningún motivo, esta forma de vida podría llegar a desarrollarse como la más violenta, dominante y destructiva que hayamos visto. Este planeta va a ser procesado así como está.
El alumno pareció sorprendido
-Y qué puede tener de terrible como para darles ese destino?
El profesor lo miró fijamente.
-Estas formas de vida se comen entre ellos para poder vivir
-Repugnante!